Al pensar en el mundo del derecho, seguro que se nos viene a la cabeza un entramado de códigos que establecen, mediante leyes, reglamentos y postulados, unas reglas que necesitan de profesionales que las interpreten y apliquen. Concretamente, el derecho penal regula los castigos e imposiciones al ciudadano y su estudio necesita de un especialista, el abogado penalista, cuyas funciones se centran directamente en la profesionalidad y su conocimiento de esta compleja rama.
El abogado penalista es el licenciado en derecho que actúa a favor de su cliente ante los tribunales, defendiendo su inocencia o actuando como acusación.
Es un experto en derecho penal, lo que implica que es capaz de conocer el conjunto de normas del Estado que regulan los delitos, penas, medidas de seguridad y demás normas, aparte de las normas relativas a los procedimientos que permitan aplicarlas en cuanto a forma y contenido común y especial.
No solo está capacitado para acudir a los tribunales, sino que puede cumplir una función preventiva, sirviendo de asesor para posibles casos de mitigar riesgos penales o evitar la comisión de delitos, sobre todo en el ámbito empresarial en relación con las personas jurídicas.
Un abogado penalista es un defensor, acusador, pero también un gran entrevistador, investigador y analista, asesor y negociador en el ámbito, no solo del derecho penal, sino de todo el derecho y del ordenamiento jurídico en toda su complejidad.
Desde cada ley estatal, se establecen los requisitos que necesita una persona para ser abogado penalista y que, por lo común, con salvedades que implican mayores restricciones según el país, suelen ser:
Pero más allá de los requisitos comprobables con documentos, no es esto suficiente lo que nos enseña cómo ser un buen penalista. Los requisitos formales preparan al abogado intelectualmente, pero un buen profesional del derecho penal demostrará su pericia con:
Además, un buen abogado penalista es inquieto, siempre trabaja, aunque no tenga un caso:
El abogado de derecho penal tiene unas funciones muy variadas e importantes, pero podemos destacar las siguientes:
Entre los delitos que requieren la defensa de un abogado penalista, los casos más recurrentes son los relacionados con homicidios, robos (y hurtos), agresiones, violaciones, acosos, abusos, violencia o estafas. No solo aplicados en personas físicas, sino también en jurídicas, en el marco de crímenes financieros, blanqueos societarios, estafas, malversaciones de fondos societarios o delitos de empresas o en el seno de negocios que atenten a la fe pública.
Ahora que hemos aclarado qué es un abogado penalista, pero aún no puedes acertar a decir con total rotundidad "necesito un abogado penalista", estas claves te ayudarán a cimentar tu decisión:
Está claro que nunca es demasiado pronto para contratar a un abogado penalista. Por eso, en BFP Abogados ponemos a tu disposición los mejores expertos que, además de contar con todos los requisitos de los buenos penalistas, trabajan con los principios de garantía, honradez, profesionalidad y, sobre todo, coraje y honestidad.
Disponemos de abogado especialistas en derecho penal, abogados penalistas entre otros, en nuestros despachos de Barcelona, Madrid o Terrassa.
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